Problema nativo insospechable para el estado

El desconocimiento de quienes conducen políticamente el país y son la voz cantante en la toma de decisiones, entienden al estado como instrumento político para satisfacer intereses personales o de grupos minoritarios, a los partidos políticos como clubes eleccionarios en los que se subastan poder e influencias, donde los discursos son diseñados para seducir e instrumentar masas o simplemente la verborrea que venda esperanzas a través de discursos con frases trilladas y lugares comunes.

Su enorme desconocimiento y vulgaridad va desde su incapacidad a la hora de manejar conflictos hasta su enorme ignorancia del Perú profundo. El APRA hoy en día carece de la brillantez intelectual de anteriores años, se ha hecho ajena a la literatura política de la que una vez fue cultora, ha devaluado el debate y ha dejado para sus futuras generaciones la cultura de la banalización que hoy surge paradigmática. Podrán entender estos sujetos del discurso de la inmediatez y lo desechable ¿qué es realmente el Perú?

Deberían saber estos sujetos, paladines de la incultura política, que el Perú es diverso y que sus maniobras para dispersar paros y huelgas no pueden ser las mismas con todos los que habitan este melancólico país, el carácter diverso de nuestra cultura lo condiciona así, de modo que dejar a los nativos “se bloqueen así mismos” no trajo resultados, porque un nativo amazónico no urge de aquellas comodidades que a nosotros los occidentalizados reconfortan, porque el bosque es su despensa y lo cuidan y cuidarlo es cultivarlo, su cultura gira entorno a él. Producto de esa “modernización” que el APRA, la derecha y ciertos empresarios poco escrupulosos plantean, un empleo muchas veces mal remunerado solo propiciaría un despojo sistemático de lo que poseen; la naturaleza que les rodea.

La actitud de un gobierno que emula acciones de aquellos que persiguieron a Haya de La Torre, que asesinaron a los mejores dirigentes apristas, pues mismo Sánchez Cerro, Alan García busca dar solución a las contradicciones que se susciten y no tengan inmediata solución. Lo demostró en 1986 eliminando presos políticos extrajudicialmente, ahora baleando nativos en Bagua, mañana (no sería raro) ordenando disparar contra manifestantes en cualquier punto del país.

Cabe recomendarte Dr. Alan García lo siguiente; se puede hacer lo que se quiere por un tiempo, mucho tiempo, pero no todo el tiempo.