Doña Pepita

Tengo una amiga, y ella me cuenta que su esposo acaba de perder su empleo, luego de haber trabajado varios años para una importante institución.
Este fulano, ahora no sabe que va hacer y lo que es peor, como trabajó desde muy joven prácticamente nada sabe hacer aparte de lo aprendido en aquella oficina durante estos años.
Me dice tambien que: Al principio quiso deprimirse, pero gracias a la ayuda de sus familiares y amigos no llegó a más esta situación.
Me cuenta Bertha que desde tempranas horas de la mañana da vueltas por la casa, quiere dar de comer 20 veces a las gallinas, les conoce hasta a su plumas cuando vuelan por la huerta.
Quiere meterse a trabajar de carpintero, ya se fue de ayudante a un taller de carpintería, pero volvía más “molido” que café. Por ello no le exijo que trabaje.
Debido a estas huelgas, no había gas en la casa , por ello se preocupaba y a veces notaba que se siente como si no serviría nada ya en esta vida, me dice su esposa.
Un tarde me fui a visitarles, y le encontré al esposo moliendo maíz, sudaba frío por la vueltas que debía de darle al molinito, como no está acostumbrado estaba con su jarra de limonada al costado, y una pomada de mentol de raíces le esperaba para después.
Me dice su esposa, que junto a unos amigos agricultores su fue a la chacra, vino con su mano con ampollas, picado de hormigas y un montón de puntos rojos de los “regalitos”, que le dieron los mosquitos como bienvenida al monte.
Una vez se fue a leñar, llegó sudando la gota gorda, pero a la hora de querer cocinar esa leña no servía ya que trajo leña mala, puro cetico y ocuera esos palos que en vez de arder humean, la pobre mujer un poco más y le da con eso mismo en su lomo, pero se contuvo ya que no estaba preparado para estos tipos de chambas, todo la vida se la paso de oficinista.
Esa realidad amigos y amigas no es sólo de esta familia, ahora se ven a ex ejecutivos de bancos de choferes, cargando sus costales y en zapatillas de 6 soles.
Por eso a los jóvenes de ahora les digo, aprendan de todo, a no ser que sean los dueños siempre estaran con un pie en la calle.